¡No pase!

La tarea de escritura de hoy consiste en responder a la pregunta de quién quisiera yo que nunca leyera este blog.

Básicamente me gustaría que todos lo leyeran. Por supuesto, hay aspectos y zonas de mi vida a las que no quiero que nadie se asome, y sé que aunque intente protegerlos y simularlos, una mirada atenta les revelará cosas más allá de lo explicitado. Pero también de eso se trata la lectura.

La pregunta del desafío de hoy suena a “¿A quién odias tanto que no quieras que te lea?” Y la respuesta es: a nadie odio tanto. Otra lectura de esa pregunta es “¿A quién le tienes tanto miedo que no quieres que te lea?”.

No lo sé. Tengo miedo de algunas personas. Especialmente de cualquier lector a quien yo no conozca. Tengo miedo de su juicio, de su rechazo, de su envidia, de su intransigencia… Pero no sé quién sea. Para mí no tiene nombre, apellido ni rostro.

No se trata de una lista de personæ non gratæ, sino de actitudes que quisiera que no fueran asumidas al momento de leerme.

Es todo.